/ Nuestra revista / Lugares encantados: los Palmenti de Pietragalla
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Entre los tesoros menos conocidos pero más fascinantes de la Basilicata destaca el Parque Urbano de los Palmenti de Pietragalla: un conjunto de estructuras rupestres excavadas en la roca arenisca, un “paisaje del vino” que fusiona memoria, estética rural y tradición productiva. Contar su historia significa reflexionar sobre la relación entre paisaje, poblaciones campesinas y cultura material vitivinícola del Sur.
Los “palmenti” – término que en el dialecto y en el contexto rural meridional indica los tanques excavados para la pisada de la uva y la fermentación del mosto – son, aquí, cavidades semi-sótano, excavadas en el banco rocoso de la arenisca local.
Están dispuestos a diferentes alturas en el terreno de modo que el mosto pudiera fluir “por gravedad” de un tanque superior (donde se pisa) a uno inferior (donde fermenta).
El aire circulaba a través del acceso y pequeñas aperturas de ventilación, mientras que las cubiertas a menudo estaban “cubiertas de hierba” o recubiertas de tierra para integrarlas al paisaje y protegerlas del agua externa.
Los palmenti no eran meramente herramientas: eran espacios comunitarios vinculados al trabajo familiar, a la identidad local y al intercambio de técnicas vitivinícolas.
Hasta los años '50-'60 desempeñaron un papel central en la economía vitícola local; cuando las tecnologías modernas y las grandes bodegas empleadas llevaron a la progresiva desactivación del sistema tradicional, muchos palmenti cesaron su función.
El conjunto comprende más de 200 palmenti, distribuidos en aproximadamente dos hectáreas y en un área que rodea el asentamiento de Pietragalla.
Se encuentran cerca de la carretera provincial 169 (Potenza-Spinazzola) y limitan con zonas del territorio rural al sureste del pueblo.
La disposición a diferentes alturas está relacionada con el principio de aprovechar la gravedad en el traslado del mosto entre tanques, reduciendo el esfuerzo manual y facilitando la gestión del flujo vitivinícola.
Visitar los Palmenti de Pietragalla no significa solo admirar un paisaje rural único, sino entrar en contacto con el alma de la Basilicata: una tierra que sabe cuidar de sus raíces y ofrecerlas con orgullo a quienes desean escucharlas. Aquí cada piedra cuenta el esfuerzo campesino, cada tanque guarda el aroma de la uva y cada sendero invita a descubrir el auténtico sabor de esta región.
Quien elige detenerse no encontrará solo historia, sino también sabores genuinos, comidas y vinos que hablan de tradición y la hospitalidad sincera de un pueblo ligado a su tierra. Es un viaje que va más allá de la visita: es una experiencia de memoria, cultura y sabor.
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