Los dulces a base de
castañas en este período son muy variados. Pero no solo dulces, también pasta casera a base de harina de castañas, o cremas dulces. En definitiva, es el período ideal para este extraordinario fruto del bosque.
Secado al horno. Las
castañas antes que nada deben ser secadas al horno a una temperatura de 150° durante aproximadamente 20 minutos. Se debe controlar que estén bien secas. También se pueden cocinar como las castañas asadas en una olla perforada, pero se debe tener cuidado de que no se vuelvan demasiado negras o se quemen.
Pulverización. Después del secado se espera a que
las castañas se enfríen y se procede a la pulverización que puede hacerse, ya sea con la técnica antigua de la ralladura, o con la licuadora. Lo importante es que estén bien secas, de lo contrario, si están húmedas, quedan gránulos demasiado grandes. Si por casualidad resulta que están húmedas al final, volvamos a meterlas en el horno por unos minutos siempre a la misma temperatura. Pero cuidado de que no se oscurezcan demasiado.
En este punto, están listas.