Hay un pequeño valle que asciende desde la llanura veronense hacia el Monte Carega a más de 2000 metros de altura. Un valle fluvial donde hoy ha permanecido el gran lecho del Progno Illasi. Para quienes aman el vino tinto y conocen bien estos territorios, saben que se trata de lugares de grandes vinos como el Amarone della Valpolicella DOCG. Tierras antiguas donde los monjes benedictinos habían colocado su monasterio con múltiples pequeñas iglesias románicas de piedra y sillar. Los mismos monjes que trajeron en la Edad Media el cultivo de la vid y del olivo, así como del cerezo silvestre.
En estos lugares de la Valle de Illasi y de la más pequeña valle de Cazzano di Tramigna, en la fracción de Campiano, que se eleva inmaculada a su lado, hay una cultivar particular de cerezas que permanece autóctona y siempre se produce en pequeñas cantidades. Por aquí las llaman las Moras de Cazzano y son cerezas duronas de un hermoso color oscuro, con un buen volumen y un sabor intenso y una pulpa muy rica.
Jugosas y dulces ideales para ser comidas crudas y para mermeladas de increíble placer. Tienen una cáscara un poco más gruesa que otras variedades y esto les permite resistir mejor a las adversidades del tiempo y de las inclemencias. Cuando llega la temporada de cerezas, los niños compiten por saltar más alto para recogerlas directamente del árbol.
Todos las reconocen como una de las mejores calidades de cerezas que hoy están presentes en el mercado. Hemos querido elegir por segundo año consecutivo esta cereza y ofrecerla de nuevo, dado el gran éxito del año pasado. Además, la hemos escogido porque forma parte de nuestra idea de producción típica italiana y de cultura gastronómica que intendemos desarrollar junto a ustedes. Se las enviamos a casa recién recolectadas y llegarán en un día como máximo, por lo tanto, en un tiempo muy por debajo del tiempo de degeneración de la fruta.
El año pasado fue una de las campañas más exitosas en el producto fresco junto con las castañas, por esta razón se creó la categoría dedicada a frutas y cítricos frescos. No podíamos dejar de repetir la iniciativa y esperamos que muchos otros quieran probar su bondad y unicidad. Tratándose de una cultivar autóctona, no hay producciones elevadas, también porque los cerezos están en alta colina y dispuestos en terrazas y a lo largo de empinadas sierras.
No se pierdan esta gran oportunidad para disfrutar de las cerezas Durone de Cazzano, una de las categorías de cerezas más deliciosas y buscadas de Italia.
Bernardo Pasquali
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