Expo 2015. En busca de la comida perdida

Todos estamos preocupados si los trabajos para la Expo podrán estar listos a tiempo… con todo lo que ha sucedido, de hecho, es un estado de ánimo plausible. Sin embargo, no debería ser este nuestro miedo. Al final, como en el caso de las Olimpiadas en China o el Mundial de fútbol en Brasil, todo estará listo incluso en el último momento.
Lo que debería ser nuestro temor en cambio es si 6 meses serán útiles, y de qué manera, para hacer llegar a todas las mujeres y hombres del mundo el mensaje de la Expo además de traer nuevos ingresos y dar a conocer aún mejor las excelencias gastronómicas y vitivinícolas.

A propósito, ¿conocen el lema 2015?... hagan una prueba con sus amigos o colegas de trabajo. Pregunten el tema Expo 2015. Yo lo he intentado y han salido de todos los colores.
El tema es “Nutrir el Planeta, energía para la vida”. Un tema fuerte, que deberá sensibilizar al mundo hacia una nueva era de convivencia entre todas las especies vivientes en esta Tierra y, quizás, antes que nada entre nosotros Homo Sapiens Sapiens.
Los varios clústeres que contarán los diferentes distritos productivos y las varias categorías de formas de vida y sustento del planeta, hablarán de innovación, experimentación, futuro, esperanza, vida.

El riesgo es que un poco se pierda de vista la historia, las tradiciones, todo lo que es pequeño y silencioso. Las llamadas “reservas” donde se encuentran pequeñas realidades campesinas ancestrales, que resisten al tiempo y a sus vicisitudes y mantienen vivos territorios y cultivos que dan origen a productos alimentarios de calidad. La Expo no debería olvidarse de ellos.

Nutrir el Planeta a través de la sabiduría de quienes viven la tierra como un regalo es pura energía para la vida. También es nuestra misión como Spaghetti & Mandolino.

En nuestro pequeño, con humildad y mucha pasión por quienes cultivan la tierra amándola y respetándola, estamos buscando y seleccionando para ustedes, las rarezas de los pequeños territorios (aquí hemos recogido los quesos raros), a veces olvidados, de nuestra querida Italia. Pequeñas “reservas” de bondad y tradición que no encontrarán las luces de la Expo pero que siguen siendo los pilares sobre los cuales esa energía positiva deberá iluminar el mundo.