Para producir la crema de espárragos, Erica Fontana se apoya en las tierras arenosas y limosas de su propiedad. Entre las dunas y las llanuras del municipio de Pescantina (estamos en Veneto) se entrelazan los meandros del río Adige. Aquí, en tiempos pasados, había un importante puerto fluvial que facilitaba el comercio entre Verona y los países nórdicos. El Adige es el elemento que ha condicionado la vida de las gentes de este territorio, ha conformado su orografía y la composición de los suelos. Arenas, limo, gravas y guijarros traídos de las montañas trentinas.
Se ha convertido en un excelente lugar para la producción de melocotones y, cerca del río, patatas y espárragos. Estos últimos crecen de forma silvestre a lo largo de los márgenes y tienen un color verdísimo.
Erica de Fontana Bio, recoge sus espárragos, todos rigurosamente verdes, para ser comidos frescos y utiliza una parte para obtener excelentes cremas que luego se untarán en tostadas durante el año y como salsa para pastas vegetarianas o risottos suculentos.
Bernardo Pasquali
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