En Carnaval, cada dulce vale: parezco más a Gianduja.

¿Cuál es el dulce de carnaval más merecedor de atención y por qué la respuesta es precisamente el chocolate gianduia?
Espera, antes de objetar déjame argumentar.

Desde hace años, los supermercados ofrecen chicharrones y crostoli desde mediados de enero hasta finales de marzo en esas banalísimas bandejas de plástico tristes y anónimas, con la misma imagen del Arlequín de turno impresa encima para levantar el ánimo ante tanta dejadez.

Febrero es el mes más gris del año. Las festividades navideñas han terminado, los estudiantes están en pleno período de exámenes y los solteros están obligados a tragarse corazones y cursilerías por todas partes, excluidos de la sociedad al menos hasta el 15. Y en teoría, para aliviar tanto gris, nos han ofrecido el carnaval, donde “todas las bromas valen”, o al menos eso dicen.
Sin embargo, sería bueno entender por qué, si se trata de una fiesta tan juguetona, se proponen dulces anónimos como los crostoli y chicharrones, cuya diferencia nunca se ha entendido. ¿Por qué dos nombres diferentes si son fundamentalmente lo mismo? Masa frita con un poco de azúcar en polvo. ¿Pero la originalidad? ¿Y la elegancia? ¿Cómo es posible que de la realeza del pandoro y del panettone se llegue a esto en menos de un mes?

Yo digo que en carnaval, cada dulce vale. Porque si es una fiesta tan alegre y festiva, entonces tiene que haber algo más colorido y sabroso que el azúcar en polvo y la fritura. Y yo digo que eso es el gianduia. 

La gianduia es el ingrediente perfecto para elevar el carnaval. El aroma embriagador del chocolate, la cremosidad de la crema en el paladar, el regusto de las avellanas tostadas en boca… Seductora y juguetona, aromática y deliciosa, la gianduia, en todas sus formas, podría ser la verdadera estrella del carnaval, aunque a menudo se subestima. Además, lo que probablemente no sabes es que este ingrediente está directamente relacionado con una típica máscara italiana, precisamente Gianduja, poco conocida porque ha sido eclipsada por los más típicos Pulcinella y Arlequín (¿cuál es toda esta popularidad injustificada? Bah).
Quizás por eso más que a Arlequín me parezco a Gianduja: un genio incomprendido que tiene la clave para la salvación de nuestros postres de carnaval.

Descubramos de inmediato qué es la gianduia respondiendo a la pregunta con la que se abrió el inicio: veamos cómo este ingrediente puede elevar las perspectivas de nuestro febrero.

En Carnaval, cada dulce vale (pero si hay gianduia, vale un poco más)

Comencemos por descubrir un poco la historia de este ingrediente. Lo sé, yo también me la evitaría, pero de acuerdo con los altos mandos, tengo que hablar de ello. Pero tú no te preocupes, la historia de esta crema es realmente interesante (y no me han pagado por decirlo).

En primer lugar, debes saber que la gianduia, también llamada gianduja, es un producto Hecho en Piemonte que, en sus varias formas, se ha expandido por todo el mundo. La gianduia está disponible de hecho en crema para untar y en bombones, pero también en muchísimos productos de repostería. La historia de la relación entre Turín y la gianduia es de poco posterior al descubrimiento de América.
Estamos en un período en el que Emanuele Filiberto, entonces duque de Saboya, después de haber servido a la Corte de España, regresa en 1557 de Madrid a Chambéry y, tres años después, traslada la capital de su Estado a Turín. Y con él llega a Turín también un ingrediente muy querido, el chocolate. En poco menos de un siglo, Turín se convierte en uno de los más importantes centros de producción de chocolate, exportando productos a media Europa y convirtiéndose en la ciudad pionera del arte chocolatero.

Sin embargo, para el nacimiento de nuestra gianduia, falta un ingrediente: la avellana. Las avellanas de Langhe fueron ignoradas por los pasteleros piemonteses hasta principios del ’800, cuando, como resultado del bloqueo comercial impuesto por Gran Bretaña al continente napoleónico, el cacao prácticamente dejó de llegar y los precios alcanzaron las estrellas.

En Turín, para evitar cerrar sus pequeños negocios, empezaron a reflexionar sobre cómo “cortar” el chocolate para ofrecer productos de Alta Repostería limitando el gasto económico. Así que un día, a Michele Prochet, en 1852, se le ocurrió mezclar cacao y avellanas tostadas reducidas a polvo finísimo. Una obra de arte.
El nuevo chocolate se lanzó al mercado durante el Carnaval de 1865, alcanzando un éxito sorprendente, gracias también a su empaquetado: el “gianduiotto”, producido por Caffarel, una de las más antiguas empresas italianas de confitería, fue el primer bombón envuelto individualmente.

Sí, pero ¿cuál es el nexo entre la gianduia y el carnaval?

Aparte de ser objetivamente deliciosa y versátil, la gianduia tiene en realidad también un vínculo histórico, y para algunos casi afectivo, con el carnaval. El éxito de la gianduia se encuentra en su propio nombre. Gianduja es el nombre de una máscara popular piemontesa de orígenes astigianos perteneciente a la Comedia del Arte. Por lo tanto, se trata de la máscara típica de Piemonte que en la tradición carnavalera se acompaña a otras máscaras más conocidas como Balanzone, Colombina, Pulcinella y Arlequín.
En el Carnaval de 1865, los bombones fueron entonces distribuidos por la misma máscara, una costumbre que se mantuvo durante muchos años y luego desapareció progresivamente, mientras que el nombre Gianduja pasó de la máscara al producto.

¿Y entonces qué es exactamente la gianduia?

•    En parte, la respuesta a esta pregunta ya la hemos abordado. Con gianduia se habla tanto de bombones como de crema para untar. Ambas cosas pueden ser utilizadas para alegrar el carnaval o simplemente para regalarse un capricho. Si tienes ganas de hacer dulces en casa, quizás te interese conocer la receta de la gianduia como crema para untar. A diferencia de la lasaña de la tía, la crema de gianduia no requiere ingredientes secretos, sino solo algunas cosas bien conocidas, genuinas y de calidad, es decir:
•    100g de azúcar
•    70g de mantequilla (o 60g de aceite de semillas para la versión vegana)
•    100g de chocolate negro
•    60g de avellanas ya peladas
•    100ml de leche (de soja para la versión vegana)

En primer lugar, tuesta las avellanas en el horno a 200°C durante 8 minutos. Una vez tibias, tritúralas en un potente mezclador y crea una pasta homogénea.
Derrite la mantequilla con la leche, el azúcar y el cacao, luego agrega la pasta de avellanas en un recipiente y continúa mezclando la preparación. Mezcla suavemente para no crear grumos, luego vierte la crema, que resultará un poco líquida, en los frascos de vidrio esterilizados y conserva en el refrigerador. ¡Verás qué buena!

Sin embargo, si eres como yo y no tienes ganas de hacer todas estas cosas o si simplemente tienes ganas de consentirte un poco sin ensuciar la cocina, entonces echa un vistazo a la selección donde encontrarás cremas para untar de gianduia y gianduiotti de 30 y honor, producidos solo con los mejores ingredientes italianos (modestia a parte, los productos los hemos seleccionado nosotros, así que no se juega).

¿Cómo usar la gianduia para Carnaval?

A decir verdad, no sabría qué decirte, haz un poco lo que quieras. Unta sobre pan, regala, pon una cucharada sobre los crostoli para darles sentido, prepara un pastel, agrega una cucharadita al yogur, condimenta la pasta (en este caso no aseguro resultados, gánate, háznoslo saber). En fin, tú decides…

De hecho, buscando en Google se descubre que en Turín hay una torta llamada Gianduja (¡pero qué creatividad!) que utiliza exactamente el chocolate gianduia, pero también se pueden hacer tortas, bavarese y tartas, además de buñuelos y krapfen, que quizás entre todos los dulces mencionados son los más de carnaval.

Si quieres, los gianduiotti también pueden ser aliados muy especiales en la cocina.
Puedes hacer, por ejemplo, un pastel relleno de gianduiotti o unos brioche con el corazón caliente de gianduia, o, ¿por qué no?, una simple bebida de chocolate caliente.

En resumen, respondiendo a la pregunta con la que comenzamos el artículo, la gianduia gana sobre los demás dulces de carnaval porque es versátil, deliciosa y de clase, rica en matices aromáticos que otros dulces no tienen. 
Es por esto que la gianduia es el único dulce merecedor de atención.

¿Te he convencido? Lo espero, de verdad.
Ahora ve a cazar la mejor gianduia para sobrevivir a amigos, familiares, dulces a medias, niños disfrazados y coches rayados (con esta historia de que en carnaval “todas las bromas valen”, algunos se dejan llevar un poco). 
Y si en cambio sigues leyendo, entonces corre a ver cuáles son las propuestas de S&M! Encontrarás la que te robará el corazón.

Maria Nardone

S&M