¿Y si la más "mala" de las malezas se convirtiera en nuestra aliada para aumentar la sostenibilidad de nuestros jardines?
De hecho, en general los céspedes, sobre todo los técnicos o para uso deportivo.
Este enfoque me fascina mucho, partir de un problema para convertirlo en la solución de otro.
Hay muchos dichos que hablan de ella: "ser como la gramigna", "se agarra como la gramigna", "sentir nacer la gramigna"...
Todos con un significado negativo, que nacen del hecho de que la gramigna es una hierba infestante, omnipresente, difícil de erradicar, porque resiste al calor, a la sequía, al pisoteo y a muchos otros estreses que ponen en crisis las "clásicas especies de césped".
No es una novedad de los últimos años este enfoque, las empresas de semillas y los técnicos del sector han estado trabajando en ello desde hace bastante tiempo, pero es el enfoque que siempre me ha gustado y que encuentro genial: usar un problema para encontrar una oportunidad.
Así, algunas variedades de Cynodon dactylon (el apellido y nombre de la gramigna) han sido seleccionadas porque estéticamente son mejores y se utilizan y proponen en ámbitos donde antes se utilizaban tradicionalmente las esencias "microtermas" del "césped inglés", la Poa y el Loietto entre todas.
Sobre todo, mayor resistencia a las altas temperaturas y a la sequía, por lo que se consume menos agua para riego (hasta un 30%).
Además, crecen menos con las bajas temperaturas, por lo que en febrero-marzo, pero también en octubre-noviembre ya, los cortes son menos frecuentes que con las microtermas.
Que es también el problema por el cual se han utilizado poco hasta ahora: con las bajas temperaturas el césped se vuelve completamente amarillo.
Sin embargo, hay ámbitos aplicativos donde los céspedes no se utilizan en invierno, como los parques de diversiones con piscinas, muchos jardines domésticos u otros ejemplos.
Otra cosa a considerar, el cambio climático: con las temperaturas otoñales de los últimos años, en las zonas del norte de Italia, la "gramigna" se vuelve amarilla mucho más tarde, en comparación con hace unas décadas, y vuelve a ser verde en primavera mucho antes.
También aquí, la mejora genética, los cruces con otras especies han hecho y están haciendo un supertrabajo para tener esencias más resistentes al frío que son capaces de cubrir casi todo el período estacional, incluso en el norte de Italia.
Este es otro ejemplo de cómo la sostenibilidad de un sistema se basa en una cuidadosa planificación.
ps. ¿Sabías que la "Gramigna" también es un formato de pasta típico de Emilia-Romagna? Sí, y el nombre proviene precisamente de la forma similar a la semilla de esta hierba.
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