Collinas dulces, pueblos pintorescos y una tradición culinaria rica en sabores e historias: esto es Bergamo.
Entre sus especialidades, típicas de la región de Lombardía, un lugar de honor corresponde a los dulces típicos, verdaderas tentaciones para el paladar. En este artículo, los conduciremos en un delicioso viaje para descubrir tres iconos de la pastelería bergamasca: la polenta e osei, la torta Donizetti y los casoncelli dolci.
Déjense conquistar por su belleza, su sabor y las historias que los rodean.
La polenta e osei es un dulce típico bergamasco que se presenta como una pequeña obra maestra de la pastelería.
Un suave bizcocho encierra una crema pastelera al ron, todo decorado con savoiardi que simulan los granos de polenta y pasta de azúcar en forma de pajaritos.
Los orígenes de este dulce son inciertos, pero una leyenda cuenta que nació en un convento de Bergamo: las monjas, para engañar la gula de los frailes, inventaron un dulce que imitaba el aspecto de la polenta con aves, un plato prohibido durante el período de Cuaresma.
La originalidad y el encanto de este dulce lo convierten en un regalo perfecto para los amantes de la tradición y de la buena cocina.
La torta Donizetti es un dulce que nació en Bergamo en 1840 para celebrar al compositor Gaetano Donizetti.
La torta es un triunfo de sabor y belleza: una suave masa de cacao encierra un corazón de crema pastelera y amarena. La superficie está decorada con un glaseado de chocolate y una inscripción en oro que dice "Donizetti".
La torta Donizetti es un dulce de sabor intenso y delicioso, perfecto para los amantes del chocolate. Es un dulce que representa la cultura y la tradición bergamasca, un homenaje al gran compositor que dio lustre a la ciudad.
Los casoncelli dolci son un dulce típico del Val Brembana, un valle de la provincia de Bergamo.
Se trata de un ravioli de pasta quebrada relleno de ricotta, miel, nueces y pasas.
Los casoncelli dolci suelen servirse con un licor de hierbas o con una salsa de chocolate.
Los orígenes de los casoncelli dolci son antiguos y se pierden en la tradición campesina.
Su forma recuerda a la de los casoncelli salati, un plato típico de la cocina bergamasca.
Los casoncelli dolci son un dulce de sabor delicado y original, perfecto para quienes aman los sabores auténticos de la tradición.
Las tradiciones dulces de Bergamo son un verdadero tesoro por descubrir.
La polenta e osei, la torta Donizetti y los casoncelli dolci son solo algunos ejemplos de la riqueza gastronómica de esta ciudad.
Si tienen la oportunidad de visitar Bergamo, no pierdan la ocasión de probar estos dulces típicos y de sumergirse en la cultura y la tradición de esta hermosa ciudad.
Estos dulces son un viaje delicioso para descubrir una tierra rica en sabores e historia. Una invitación a dejarse conquistar por la dulzura de la vida.
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