Bienvenidos a la sección dedicada a los Zamponi y a los Cotechini, verdaderos símbolos de las festividades en nuestras mesas. Alimentos notablemente energéticos, se consumen habitualmente durante el frío invernal. Nuestros zamponi y nuestros cotechini provienen todos de empresas de excelencia y certificadas, y han sido cuidadosamente seleccionados por nuestros expertos para que ustedes puedan tener en la mesa solo lo mejor de la producción norcina italiana.
Spaghetti & Mandolino es desde siempre sinónimo de calidad y velocidad: garantizamos, de hecho, para ustedes un embalaje conforme que conserva todas las características y propiedades organolépticas del producto, y una expedición rápida a través de mensajería exprés para permitirles tener estos sabores en la mesa en muy poco tiempo.
Cotechini y Zamponi son verdaderos símbolos de las fiestas navideñas creados por las manos expertas de los maestros carniceros de Módena. ¡Descubra todos sus secretos!
La historia del Zampone forma parte también de la historia modenesa: su primera aparición fue en Mirandola durante el asedio del Papa Julio II. Los habitantes del lugar, para esconder los cerdos, a fin de que no cayeran en manos de los invasores, los sacrificaron y pusieron la carne picada en las patas. La forma particular del Zampone y la suavidad que garantizaba este tipo de contenedor se han mantenido hasta nuestros días. Emile Zola era un gran aficionado y solía decir: “¡si queréis alegría, el zampone da felicidad a un alma triste!”.
También el cotechino parece ser un clásico de la tradición modenesa, pero el origen, en verdad, es una especie de diatriba con los friulanos, que reclaman su invención. Seguramente el arte de poner la carne en un intestino para su conservación es una práctica muy antigua y está ligada a la tradición de los carniceros, incluso celtas. En Italia se convirtió en un verdadero embutido pobre: se consumía habitualmente con minestrone y con sopa de legumbres (hemos dedicado un análisis sobre la cocción del cotechino).
Por su suculencia, zampone y cotechino necesitan un vino particularmente desengrasante, y el mejor de todos es el Lambrusco. También son excelentes para combinar con la clásica Mostarda Mantovana y, por supuesto, con lentejas.
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