/ Nuestra revista / Las burbujas italianas en 2018 causaron furor.
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En 2018, casi 700 millones de botellas de espumante made in Italy, excluyendo vinos espumosos, se vendieron entre el mercado nacional y el exterior. Así lo certifica en su último informe el Observatorio de vinos espumantes efervescentes (Ovse). De estas, 670 millones se elaboraron con el conocido método Charmat, mientras que poco menos de 30 millones fueron producidas siguiendo el método Clásico. Para las burbujas tricolores, se trata de resultados halagüeños, que también hacen esperar buenos resultados en el futuro.
Un récord absoluto en el valor generado en origen en bodega, que asciende a 2,23 mil millones de euros, con un promedio de 3,2 euros por botella, siendo el 71,5% del total el que transita por las aduanas italianas. Italia, en términos de consumo interno, retorna así a los niveles previos a la crisis, acercándose a los 200 millones de tapones hechos volar en 365 días. En comparación con 2017, el mercado global al consumo de todos los vinos espumantes italianos registra un +4,5% en volúmenes (+6,1% en el exterior) y un +7,1% en valor total, mientras que para el Prosecco Doc el incremento del valor total es del +8%, como indican los datos analizados por el Ovse - Ceves, el Observatorio de las burbujas italianas dirigido por Giampietro Comolli.
El Reino Unido se confirma como el primer consumidor de burbujas tricolores, con 124 millones de botellas, de las cuales 115 millones de Prosecco, en un crecimiento continuo, incluso de dos cifras, en los últimos 7 años. A continuación están los EE. UU., que marcan una caída de volúmenes respecto a 2017 del -4% pero con un aumento de la facturación del +8%, para un total de 105 millones de botellas, de las cuales 79 son de Prosecco. Estable está Alemania, con 35 millones de botellas descorchadas en 2018, de las cuales 25 son de Prosecco. En caída está Canadá, al igual que China, mientras que se registra un verdadero apogeo en la exportación de Prosecco a Francia, con los Países Escandinavos continuando su crecimiento. Finalmente, la primera estimación de 2018 sobre el volumen de negocios global de las burbujas italianas descorchadas en Italia y en el mundo marca un nuevo récord, con 4,9 mil millones de euros.
El Prosecco es un vino líder en el mundo de las burbujas italianas y conocido en el extranjero, pero no todo lo que es burbuja en Italia es prosecco. En particular, es bueno saber que el espumante, tratándose de una categoría de vinos, puede ser producido en cualquier zona y con cualquier variedad de uva. El prosecco, en cambio, que es una Denominación de Origen Controlada (DOC) o Denominación de Origen Controlada Garantizada (DOCG), solo puede ser producido en algunas zonas de Veneto y Friuli Venezia Giulia y a partir de las variedades Glera, Verdiso, Pinot blanco, gris o negro, y solo con el método Charmat. El método Charmat prevé que la segunda fermentación del vino ocurra en tanques de acero inoxidable y no en botella. El resultado es un vino fresco y aromático, con menores costos de producción y listo para beber de inmediato. No hay diferencia entre Prosecco y espumante en cuanto a las variedades, influenciadas por el nivel de azúcares presentes: para ambos se habla de dry, brut y las varias matices intermedias.
Por último, es bueno saber que no todo lo que sea prosecco sea espumante. El prosecco también puede hacerse como vino espumoso, una versión con menos burbujas o seco, completamente libre de burbujas. Naturalmente, en nuestro portal Spaghetti y Mandolino encuentras una selección de las mejores burbujas italianas.
Si el Prosecco es un gran motor del mercado de la burbuja italiana, no podemos olvidar otras dos famosas denominaciones: Trentodoc y Franciacorta Docg. Se trata, por supuesto, de dos espumantes excelentes, fuera de clase en el método clásico, pero que el gran público a menudo tiene dificultad en distinguir entre sí, aparte, por supuesto, de la procedencia de producción geográfica.
La historia vitivinícola del espumante Trentodoc coincide con las intuiciones de Giulio Ferrari. Las variedades utilizables para el Trentodoc sin restricciones particulares son cuatro: Chardonnay, pinot blanco, pinot negro y pinot meunier. Cuando se habla de Franciacorta, en cambio, estamos en Lombardía, en la provincia de Brescia, y se produce con uvas chardonnay, pinot negro y pinot blanco maduradas durante al menos 25 meses desde la vendimia, de los cuales al menos 18 meses en botella en contacto con las levaduras. Siguiendo en Veneto, está surgiendo con éxito otra doc: la Lessini Durello Doc, un pequeño consorcio de Verona-Vicenza del que forman parte 29 productores.
Francesco Scuderi
S&M
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