Dado los beneficios del queso de cabra, ahora exploramos el sabor y las posibles combinaciones.
El sabor intenso del queso de cabra presenta dificultades en los maridajes; de hecho, su sabor contundente hace dudar de poder combinarlo con un sabor que no lo sobrepase.
No temas, aquí van propuestas, incluyendo una combinación intensa y totalmente inesperada: el paté de cebollino.
La combinación entre el queso de cabra (aquí hemos hablado del queso de cabra, de los valores nutricionales) y el paté de cebollino podría parecer arriesgada; sin embargo, es sorprendente como estos dos sabores se combinan a la perfección.
El sabor contundente del queso de cabra, con su retrogusto ligeramente ácido, encuentra un equilibrio armonioso con la dulzura y la aromaticidad del paté de cebollino.
El resultado es una combinación que no solo no se anula mutuamente, sino que se exalta mutuamente. Los ingredientes, que por separado son exquisitos, juntos encuentran la máxima expresión de su sabrosura.
La mejor combinación es con el queso de cabra fresco: el paté de cebollino no solo lo endulza, sino que también resalta sus matices más delicados.
Además de las bruschettas, esta combinación puede convertirse en el ingrediente secreto de una pasta gourmet, un relleno para ravioles o una salsa para entremeses y platos principales. ¡El maridaje versátil entre estas dos exquisiteces es una oportunidad para liberar tu creatividad en la cocina!
A pesar de que esta inusual combinación es ganadora, su sabrosura no es para todos.
Afortunadamente, el queso de cabra se presta a múltiples combinaciones.
Para quienes desean explorar opciones más delicadas, aquí hay algunas propuestas alternativas.
Una combinación común es entre queso y fruta seca, como nueces, avellanas, pistachos y almendras.Este clásico se lleva perfectamente también con el queso de cabra, añadiendo profundidad y realzando su sabor. Una alternativa son las mermeladas y la fruta cocida: esta elección realza los aromas de esta tipología de queso. Las mermeladas de higos o frambuesas combinan bien con los quesos frescos, mientras que mermeladas más dulces como las de guindas o arándanos se emparejan perfectamente con los quesos más curados.
Las manzanas y las peras estofadas o caramelizadas ofrecen una opción adicional que enriquece el queso de cabra con notas dulces sin opacarlo.
Otra combinación clásica es entre el queso y mieles.
En el caso del queso de cabra la miel que mejor combina con el queso de cabra fresco es la de acacia, mientras que mieles más ricas como castaño o lavanda se combinan con quesos curados, de sabor más contundente.
La fruta fresca, elegida según la temporada, proporciona frescura y dulzura al queso de cabra. En verano, pruébalo con duraznos, albaricoques, cerezas o grosellas, mientras que en otoño las manzanas, peras e higos crean un contraste intrigante con los sabores más intensos del queso.
La sandía, fresca y dulce, crea un contraste particular con el queso de cabra graso y salado. Esta inesperada pareja se siente genial en una ensalada fresca, con la adición de aceitunas y alcaparras para un toque mediterráneo.
Para un postre ligero prueba el queso de cabra y frambuesas.
El sabor ácido de las frambuesas reduce el fondo graso del queso de cabra fresco, creando una mousse ligera y deliciosa. Una forma diferente de concluir la comida con elegancia.
Los tomates confitados a baja temperatura ofrecen una dulzura equilibrada y una ligera acidez. Úsalos para crear una bruschetta con queso de cabra, rúcula y tomates confitados, así realzando el sabor del queso pero añadiendo una nota de frescura.
Último pero no menos importante, el chocolate negro al 70% o más! Se combina y es el mejor con el queso de cabra azul. Esta combinación original brinda notas aromáticas al queso.
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