Parma es una pequeña capital, donde lo antiguo y lo moderno se encuentran.
Las calles están llenas de obras maestras y la historia se respira caminando por sus vías, paso a paso.
Hoy Parma es un bastión de la EFSA Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria desde 2002. Esto le permite ser una ciudad protagonista en la escena nacional e internacional en el ámbito de la alimentación.
Entre los Alpes, los Apeninos y el Mar Adriático se desarrolla un área, llamada: Food Valley, que comprende las provincias de Parma, Reggio Emilia y Módena. En la zona se concentran las producciones de los mejores embutidos típicos italianos como el Prosciutto Crudo di Parma o el Culatello, de Parmigiano Reggiano y de licores a base de nueces como el Nocino. En particular, la cocina parmigiana se considera la capital de la gastronomía italiana con productos de excelencia.
En Parma pueden admirar el magnífico Duomo románico, incluido entre las obras maestras del periodo, en cuyo interior se puede quedar fascinado por la espectacular “Asunción de la Virgen” de Antonio Allegri, conocido como el Correggio. Siempre en la plaza del Duomo están el Baptisterio, encargado a Benedetto Antelami en 1196, con una arquitectura de elementos románicos y góticos, y el palacio Episcopal.