El día dedicado a la importancia del sol nació en 1978 por Jimmy Carter, en ese momento Presidente de los Estados Unidos de América.
El Sol es indispensable para la vida en la Tierra, sin él ninguna forma de vida podría existir. El Sol nos da luz, calor y energía. Cada día, influye en la naturaleza, el clima, la salud y también en nuestra vida cotidiana. El Sol es uno de los aliados más importantes cuando hablamos de sostenibilidad. Usar la energía solar de manera inteligente significa proteger el medio ambiente, ahorrar recursos y construir un futuro más limpio para todos.
Italia a menudo es definida como la "tierra del Sol", una expresión que no solo se refiere al clima mediterráneo que caracteriza gran parte del territorio, sino también al calor humano, la riqueza cultural, la gastronomía y la luz artística que la hacen única en el mundo. El sol, por lo tanto, es un elemento que nos distingue por la pasión y el gusto. Un patrimonio valioso que cuidar, valorizar y compartir con el mundo. Así, como los rayos del sol que iluminan una identidad, esos mismos rayos garantizan productos sabrosos y deliciosos. Basta pensar en el tomate (aquí encuentras nuestra selección de salsa de tomate proveniente de Italia, por supuesto), uno de los vegetales más amados y cultivados en Italia como en muchos otros países del mundo.
Sin luz solar, los tomates no crecen bien, no maduran y no desarrollan su típico color rojo y sabor dulce e intenso, necesitan mucha luz solar para crecer fuerte y sano. Gracias a la fotosíntesis clorofílica, las hojas transforman la luz en energía, que se necesita para desarrollar raíces, hojas, flores y frutos. El Sol ayuda al tomate a madurar de la manera correcta. La luz solar estimula la producción de licopeno, el pigmento natural que le da al tomate su típico color rojo. Los tomates expuestos al Sol se vuelven más dulces y sabrosos, mientras que aquellos que crecen con poca luz a menudo permanecen pálidos y poco sabrosos. El calor y la luz del Sol ayudan a mantener el suelo seco, reduciendo el riesgo de moho, hongos y enfermedades. Una buena exposición solar hace que las plantas sean más resistentes y fuertes. Los tomates crecen muy bien en zonas soleadas y cálidas, como el Sur de Italia: Puglia, Sicilia, Campania. El Sol no solo hace crecer los tomates, sino que resalta su sabor, haciéndolos perfectos para salsas, ensaladas, guisos y conservas. Cuando comemos una buena salsa de tomate, ¡estamos saboreando también un poco de Sol italiano!
Toda la vida en la Tierra depende de la luz solar. Las plantas, mediante la fotosíntesis, transforman la luz en energía y producen oxígeno, elemento indispensable para la respiración de hombres y animales. Sin el Sol, la cadena alimentaria se desplomaría y la Tierra se convertiría en un planeta frío e inhóspito. Obviamente, este proceso es la base casi automática sobre la cual se basan las actividades de producción y transformación de todos nuestros productores: un tomate de calidad tendrá menos problemas en la transformación, una uva con menos moho será una mejor base para nuestro vino y, aún antes, un forraje con pocos problemas dará menos problemas en la cría.
El Sol calienta la superficie terrestre y hace posible la vida. Regula las estaciones, los ciclos del agua e incluso los ritmos biológicos de los seres vivos. Su influencia es evidente en el cambio de clima entre día y noche, entre verano e invierno, y en la alternancia de lluvias y sequías.
La energía solar es una de las mejores alternativas a los combustibles fósiles. Es inagotable, no produce emisiones nocivas y puede ser utilizada de manera descentralizada, es decir, también en las zonas más pobres o aisladas del mundo. Utilizar el sol para producir energía significa reducir la contaminación, combatir el cambio climático y proteger el futuro del planeta.
Dada nuestra huella de sostenibilidad, no podemos más que celebrar este día: ¡buen sol a todos!
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