La ahumadura, en Italia, es una de las prácticas gastronómicas más antiguas. En origen, no fue pensada para enriquecer el gusto, sino para conservar los alimentos en ausencia de refrigeración. El humo, rico en resinas y sustancias antisépticas, ralentizaba la proliferación bacteriana y prolongaba la vida de embutidos y quesos. Con el tiempo, esta técnica se ha convertido en un verdadero arte del sabor, capaz de exaltar los productos y transformarlos en auténticas excelencias.
La ahumadura agrega a la comida una profundidad sensorial que la hace especial:
Por esto, hoy la ahumadura no es solo técnica, sino búsqueda de emoción e identidad, lleva consigo el sabor de la tradición y el placer moderno de un gusto rico, intenso e inconfundible.
En un mundo donde todo puede ser conservado artificialmente, el humo sigue siendo insustituible: no porque sea necesario, sino porque agrada y cuenta una historia.
En el Sur de Italia, la ahumadura estaba a menudo ligada a los productos lácteos como la scamorza. Las formas eran colgadas cerca de las chimeneas y ahumadas con madera pobre y fácilmente accesible: haya, roble, paja o cáscaras de avellana. Esto otorgaba un aroma suave, redondeado y delicado, que enriquecía la dulzura de la leche.
En el Norte de Italia, en cambio, la ahumadura era más intensa y se dirigía sobre todo a las carnes. El speck del Alto Adige, por ejemplo, se sazonaba con especias como el enebro y el laurel, y luego se ahumaba con madera de haya y a veces abeto rojo, que brindaban notas aromáticas más contundentes. La ricotta ahumada típica de los Dolomitas y los Apeninos también era expuesta al humo de haya, obteniendo un sabor profundo, ligeramente picante, ideal para rallar sobre platos de pasta o disfrutar en rodajas. Este legado vive todavía hoy gracias a productores como MendelSpeck, guardianes de las técnicas tradicionales altoatesinas. Puedes redescubrir estos sabores atemporales a través de:
🥓 Speck ahumado: especiado y equilibrado, con el aroma de la haya y del enebro.
🧀 Scamorza ahumada: cremosa, con notas delicadas de humo que enriquecen su dulzura natural.
🍶 Ricotta ahumada: compacta e intensa, perfecta para dar carácter a tus platos.
Los techos ennegrecidos de las casas alpinas (stube) eran la señal visible de años de ahumados caseros.
La scamorza se ataba “en pareja” y se colgaba sobre las chimeneas, adquiriendo su típica forma redondeada.
El speck es único porque une dos mundos: la conservación nórdica a través de la ahumadura y el curado mediterráneo al aire libre.
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