/ Nuestra revista / En San Valentín, cuatro quesos para amar el sabor.
/ Nuestra revista / En San Valentín, cuatro quesos para amar el sabor.
Un beso entre los sotoporteghi de Venecia no tiene precio y a todos ustedes les deseamos momentos de alegría y emoción en este periodo del año que celebra la belleza del amor. Nosotros de Spaghetti & Mandolino no podemos llevarles entre las calles y en los patios venecianos, pero, jugando un poco con las palabras, les podemos llevar al menos los Sabores del Pórtico!
Les hablamos de cuatro quesos raros, ideales para cortejar y dejarse llevar a ojos cerrados en la mesa envueltos en la pasión por el gusto. Cuatro obras de arte que Giuseppe Bernardinelli y su esposa han preparado con tanto amor para todos aquellos que no ponen límites a las emociones. Sabores exóticos, chocolateados y seductores: he aquí la fórmula perfecta para no dejar escapar un suspiro de placer en la mesa. Quesos que dejan huella por su cremosidad, redondez, elegancia de las combinaciones y su inigualable placidez.
Los nombres también ayudan a sonreír y traer un poco de felicidad a su mesa y a su tabla: Manghito, Zenzerito, Pistakkito y Blu Dominik son composiciones gourmet preparadas con sabiduría y cuidado. No solo una cuestión de bondad sino también de belleza: un factor que Giuseppe Berardinelli, gran afinador de la Valpolicella, deja a la creatividad y los gestos amorosos de su esposa.
Y aquí está el Manghito, un tomino cremoso trilatte de vaca, cabra y oveja, que se afina con mango y regaliz y se deja en un recipiente de vidrio cerrado herméticamente durante una semana. Toda la seducción del regaliz y la intrigante exoticidad del mango embriagan de placer la pasta cremosa del pequeño tomino de blanco florecido.
El Pistakkito, también un tomino trilatte de vaca, cabra y oveja cubierto de Pistacho de Bronte DOP y dejado cerrado herméticamente en un pequeño tarro de vidrio durante una semana. Absorbe toda la fuerza expresiva del fruto del Etna y su emocionante sensación de dulzura florecida.
El Zenzerito, una pequeña criatura redondeada. Un tomino delicadísimo y ligero de blanco florecido en corteza, con una delicadísima pasta cremosa que ha absorbido toda la intrigante y exótica especiatura determinada por el jengibre, la pimienta roja y el emocionante contraste con el lima. Un aroma embriagador que conquista desde el primer momento.
Y para finalizar, una extraordinaria obra de arte pensada para quienes quieren exagerar con las emociones fuertes: el Blu Dominik. Lo recomendamos a todos aquellos que no creen que se pueda conquistar y cortejar con un simple queso. ¡Así es, se puede! Este gran queso azul de leche de vaca está enriquecido con nata de afloramiento. Ya esto puede darle la idea de la cremosidad y redondez de la pasta. Luego, el queso se deja reposar durante una semana, cerrado herméticamente en un frasco de vidrio con granos de cacao Ecuador y ron agrícola. Al final de la permanencia en el frasco, se recubre con una capa de cacao en polvo siempre de la misma naturaleza que los granos. ¿Pueden imaginarse el placer y la intrigante fusión de sabores entre lo dulce y lo salado que este queso suscita? Chocolateado y salado, para probar con cucharita tal cual. Para disfrutar lentamente, a ojos cerrados, tal vez mano a mano, ¿por qué no?
En resumen, es bien cierto, hacer el amor con el sabor se puede!
Bernardo Pasquali
S&M
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