El Molino de Gragnano nace del sueño de cinco jóvenes: Alfredo, Luigi, Agostino, Francesca y Raffaele que, después de conocerse en la Parroquia de San Leone de Gragnano, estamos en Campania, han compartido su pasión por la tradición y por el producto típico del lugar, es decir, la pasta artesanal.
En 2015, apoyados por la Comunidad de Proyecto Policoro y por las familias de la Parroquia de San Leone, los amigos superaron las dificultades iniciales, comenzando a construir su futuro profesional creando el Pastificio artesanal El Molino de Gragnano.
El respeto a la tradición de la pasta de Gragnano, la realización de un producto de altísima calidad y la utilización de materias primas altamente seleccionadas son los fundamentos sobre los cuales se basa la filosofía empresarial. El amor por la tradición une todo a través de un trabajo realizado con método artesanal, amasando con maestría y sabiduría la mejor sémola de trigo duro de origen pugliese y de primera extracción, con agua pura de la fuente del Valle de los Molinos de Gragnano.
El producto que se obtiene de este modo es de altísima calidad, y es posible conseguirlo solo controlando cada fase del proceso productivo. En particular, el trigo es el primer punto fuerte: crece sin venenos químicos de síntesis, respetando al máximo los cultivos. Solo así puede crecer sano y robusto.
Todos los formatos de pasta son producidos con una mezcla de sémola de trigo duro seleccionada, derivada de trigo de calidad superior de origen pugliese. El trigo es tamizado y limpiado de impurezas, y el grano es molido en el molino, para obtener un producto de primera calidad, con bajo contenido en cenizas y alto valor proteico.
El otro ingrediente clave es el agua: determina el sabor único que hace la diferencia de la pasta típica de Gragnano. Se emplea solo agua que brota de las fuentes del Valle de los Molinos de Gragnano, que contiene una cantidad mínima de cal, dejando espacio a unas propiedades organolépticas realmente únicas y valiosas.
El Molino de Gragnano trabaja respetando la tradición, garantizando un excelente nivel cualitativo del producto. La sémola de trigo se amasa con el agua de manantial, que garantiza un sabor único e inimitable a la pasta. La masa así obtenida se trabaja cuidadosamente hasta formar una pasta homogénea y elástica, que tras rigurosos controles atraviesa las adecuadas molduras de bronce, que la hacen rugosa en todos sus formatos. Esta característica es índice de la alta calidad de la pasta, que así puede retener salsas y condimentos y exaltar plenamente los aromas y sabores.
A continuación, se lleva a cabo el secado lento, realizado a temperaturas muy bajas, entre 40 y 80 grados, un procedimiento transmitido por las tradiciones más antiguas. Para el secado, El Molino de Gragnano utiliza el método "Cirillo", que prevé un trabajo óptimo gracias a la reproducción del microclima ideal, obtenido controlando periódicamente la humedad y la temperatura, que debe estar entre 28 y 38 grados, durante aproximadamente treinta horas. Una vez finalizado el secado, el producto se lleva a temperatura ambiente y se envasa rigurosamente a mano para respetar su naturaleza, con embajes diseñados para mantener la pasta íntegra y la fragancia inalterada.
Gracias a los ingredientes utilizados y al proceso productivo realizado en pleno respeto de la tradición, El Molino de Gragnano ha recibido el reconocimiento I.G.P. (Indicación Geográfica Protegida) por el cumplimiento de las condiciones y los requisitos establecidos por el reglamento de producción a nivel europeo.
Pasta por pasión y por tradición, así como reflejan los formatos de pasta de la empresa. El Molino de Gragnano ofrece una selección de pasta en los formatos más clásicos.
En pleno respeto de la tradición gragnanense, encontramos los paccheri, medios paccheri, calamarata, pennoni rigati, lumaconi rigati, mejillas de rigatoni, fusilletti, scialatielli, ziti, mafaldine cortas y largas, spaghettoni, linguine y mucho más.
La principal característica de cada formato de pasta es su rugosidad. La pasta resulta áspera y porosa, de modo que retiene y realza mejor el condimento. De hecho, la pasta de El Molino de Gragnano es ideal para salsas espesas y para salsas de tomate, gracias a su capacidad de absorber el condimento.
Otra ventaja en cuanto a la cocción se debe a los largos tiempos de secado: este procedimiento garantiza una mejor sujeción de la pasta en la cocción, asegurándole tonicidad e integridad en la forma.
La pasta de El Molino de Gragnano es excelente con salsas densas, pero es perfecta con todo tipo de condimentos a base de verduras, con bechamel o nata, para salsas a base de carne o pescado, según lo sugiera la fantasía.
El Molino de Gragnano: amor por la pasta, en respeto a la tradición gragnanense.
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