Vogrig

Postres típicos de Friul: la receta familiar

La historia de la familia Vogrig es un recorrido de dulzura que comienza en los años 50 cuando Attilio y su esposa Matilde, madre de la receta de la Gubana Vogrig, producían pan y Gubane en el pequeño pueblo de Clodig en la provincia de Udine.

Desde 1963 se dedicaron exclusivamente a la producción de los dulces típicos locales con el fin de conseguir la máxima calidad posible.

La producción ahora se ha trasladado a Cividale del Friuli y su gestión, transmitida de generación en generación, transmite experiencia y autenticidad de los productos.

Desde siempre y también hoy las recetas respetan la tradición, y los ingredientes han permanecido inalterados a lo largo del tiempo. Ocho pasteleros son guardianes de la receta familiar: el respeto por los tiempos lentos de trabajo y los gestos manuales para llevar a las mesas productos dulces de altísima calidad.

Hoy como entonces

Los dulces de Vogrig son únicos porque nacen del arte culinario de antaño, con la antigua y secreta receta de esta familia de la provincia de Udine.
Los criterios en los que se basa esta empresa son el respeto por la genuinidad de los ingredientes y la autenticidad del producto terminado.
Valores que se pueden encontrar en los procesos productivos transmitidos a lo largo de los años que pasan a través del cuidado y la atención en el uso de las mejores materias primas para la realización de los productos.

El laboratorio de Cividale

En el laboratorio se autorizan únicamente materias primas de excelente calidad: este es el primer secreto que distingue los dulces de Vogrig.
Los maestros pasteleros realizan y perfeccionan diariamente la calidad de los pasteles con un amor que pertenece a la cultura y al territorio.
Cada fase está acompañada de un continuo monitoreo de la calidad que asegura la frescura y el aroma de los productos.