Multiforme Onlus

La Cooperativa Social Multiforme Onlus nace como experiencia de acogida y como experiencia de encuentro. Su actividad se ha caracterizado primero por el autosostenimiento y la contribución espontánea, informal pero también profesional, del voluntariado que se concibe como un recurso determinante para construir y llevar a cabo los variados proyectos personales y comunitarios que de ella toman vida y forma concreta. El 28 de noviembre de 2011 se constituyó la sociedad, concebimiento también proyectos y verdaderas actividades para la comunidad. Multiforme Onlus busca convertirse en una expresión concreta y visible de un camino que, desde la pobreza de la calle, pasando por la responsabilidad creativa de la acogida, llega hoy a concebir también el trabajo como verdadera oportunidad de redención social y revitalización personal y comunitaria, creyendo e invirtiendo tiempo, energías, vidas, sueños y esperanzas para que todo se convierta en una realización concreta. Un cambio que involucre directa y personalmente. Uno de estos valiosos proyectos se llama Cuor di Frutta, el gusto de la acogida.
 

Multiforme Onlus y el gusto de la acogida

Cuor di Frutta es una verdadera experiencia en un laboratorio artesanal en el que se producen mermeladas, gelatinas y mostazas, únicas en la combinación de sabores y originales en su simplicidad y naturalidad. Estos productos Cuor di Frutta nacen con la idea de hacer probar a todos un sabor nuevo, es decir, “el gusto de la acogida”, fruto del trabajo de personas que se han arriesgado y que cada día intentan levantarse y comprometerse para devolver la dignidad a su propia vida.

El laboratorio ha sido pensado, equipado y autorizado especialmente, y permite realizar la actividad exclusivamente artesanal. El proyecto se deja guiar por el principio de utilizar siempre fruta fresca de temporada y con un adecuado punto de maduración. La cocción se realiza en fuegos alimentados a gas y cacerolas de acero inoxidable, y siempre en pequeñas cantidades para cada elaboración con el fin de salvaguardar el sabor y mantener inalterado el color natural. La cantidad reducida de azúcares añadidos y la falta de conservantes resalta aún más el sabor y la calidad del producto obtenido. No hay que subestimar que cada tarro contiene más del 80% de fruta y menos del 35% de azúcares. Se trata, por tanto, de un producto único, trabajado artesanalmente con recetas exclusivas y creativas.