Pavoncelli

En 1899 Ernesto Pavoncelli abrió su primera carnicería en Pescantina, un pueblo entre las colinas de Valpolicella y las riberas veronesas del río Adige. Las carnes, seleccionadas como solo un verdadero experto sabe hacerlo, conquistaron de inmediato a los primeros clientes. Así es como comenzó la aventura de una empresa que tiene más de un siglo de vida, con un boca a boca que ha llegado bien más allá de los pueblos limítrofes.

Las solicitudes tendían a aumentar siempre más y en 1925 Ernesto decidió abrir la primera fábrica de embutidos que, en poco tiempo, fue capaz de producir todos los embutidos de la tradición veronesa. Hoy, a más de 110 años de distancia, la fábrica de embutidos Pavoncelli lleva consigo los mismos valores familiares de antaño y custodia celosamente las recetas secretas. Es aún la misma pasión de entonces la que guía la selección de los ingredientes para la creación de productos de primera calidad como carne salada, arista, luganeghe, panceta, jamón y muchos otros productos a base de "carne"!