Corte Luceoli

En la carretera que conecta la ciudad de Urbino con el mar Adriático, en un cierto momento se llega a las Marcas y se encuentra un antiguo pueblo medieval: Cantiano. Su nombre se ha vuelto famoso en el mundo por sus extraordinarias cerezas amarene y visciole. Estas últimas no son más que cerezas silvestres de la especie Prunus cerasus, variedad austera. Su sabor fue conocido también por la antigua Casa Real de Saboya, quien se abastecía directamente de una empresa local. A lo largo de la vía Flaminia, en correspondencia con el municipio de Cantiano, se pueden observar estos pequeños árboles de visciola, hoy cada vez más raros.

Corte Luceoli se ha asociado con la Visciola de Cantiano hace algunos años. La familia Tommasini decidió recuperar un viejo viscioleto y devolverlo a la producción. Además, hoy se ha hecho responsable de replantar estas plantas en otras superficies disponibles. Desafortunadamente, las Visciole de Cantiano producen poco y las plantas no son productivas durante muchos años. No como los cerezos. Por esta razón, existen muchas imitaciones por toda Italia. Marilena Tommasini, junto con su familia, su hermano y su padre, representan el último bastión de reproducción de esta extraordinaria cereza que se conserva en jarabe con solo azúcar y agua.
 

Corte Luceoli y las tradiciones propuestas en clave moderna
 

Olvídense de las muchas amarene que encuentran por ahí, tan dulces que a veces parecen casi falsas y no son ciertamente apetitosas; la Visciola de Cantiano lleva consigo una placentera y una acidez que las hace particularmente equilibradas con un final almendrado que seca el paladar y te hace querer comer más. En definitiva, se podrían definir como amarene para llevar, una lleva a la otra.

Son extraordinarias en el helado, dentro de pralinés de chocolate, como decoración de pasteles de chocolate, para realzar cocciones de caza salvaje en lugar de grosellas rojas.
De la Visciola, la familia Tommasini obtiene también el intrigante Vino de Visciola, no es más que jugo de Visciola que se añade a un excelente Sangiovese proveniente de las tierras toscanas del prestigioso Nobile di Montepulciano. Prueben también la confitura con peras. 

Corte Luceoli la hemos querido a toda costa dentro de nuestro portal porque representa la verdadera tipicidad y la historia de un pueblo, restringido a una pequeña localidad. Lo que está haciendo la familia Tommasini es devolver a la luz antiguas costumbres gastronómicas con un importante esfuerzo y mucho amor por su tierra.

Y a nosotros nos gustan mucho las historias apasionantes y llenas de pasión.