Scubla

En la zona meridional de los Colli Orientali friuliani toma forma un sueño, el de Roberto Scubla. Asiduo a viejos estudios de biología, abandonó el banco donde trabajaba por amor al campo: un verdadero regreso a la tierra, fruto de una pasión cultivada desde pequeño, cuando el encanto de la viticultura en colinas lo había conquistado a través de la visita a la propiedad de un tío suyo.

Así que Roberto concreta su sueño: es 1991, año de nacimiento de la Azienda Agricola Scubla. La empresa comienza a producir vino a partir de algunas viejas viñas existentes a las que se han añadido nuevas plantaciones, hasta llegar a 12 hectáreas de viñedos. Desde entonces han pasado muchos años y Roberto Scubla ha podido contar con el apoyo de familiares y amigos, pero también de expertos de gran renombre, principalmente del enólogo Gianni Menotti, tanto en el campo como en la bodega, que le han permitido iniciar una producción con estándares cualitativos elevadísimos, con visibilidad en los mercados y en la prensa especializada a nivel internacional.

Vinos Scubla: pasión, cuidado, dedicación, elevación

La zona es un lugar de elección para vinos con extraordinarias armonías de aromas y sabores. La empresa, desde su nacimiento, es de dimensiones contenidas (produce solo 60.000 botellas al año) y esta producción limitada permite un cuidado muy atento de las uvas cosechadas a mano y de los vinos. Esto ha hecho que en los últimos años las principales Guías de Vinos hayan sido particularmente generosas al asignar excelentes evaluaciones a algunos de sus vinos de máximo nivel. Un excelente resultado que no es un punto de llegada, sino un aliento para tratar de mejorar siempre con nuevas experiencias, en el cuidado de la viña cuyo producto es la verdadera base para una atenta elaboración del valor del fruto y por lo tanto del vino.

El centro de la empresa se encuentra en la cima de la colina desde donde se domina un panorama maravilloso, abierto y sugestivo, a poca distancia de localidades de gran encanto histórico y cultural, como Cividale. 
En el período de 1995 a 2000 se ha restaurado completamente el antiguo edificio rural que comprende la casa principal y la bodega, respetando la tradición, pero dotando las áreas operativas de las mejores y más modernas tecnologías.
Además de la espléndida restauración de la casa, que permite acoger a los agradables huéspedes y visitantes en salas de degustación acogedoras y ricas en atmósfera, la bodega ha sido renovada con la creación de una sala para los barriles completamente subterránea, que goza de una temperatura extraordinariamente equilibrada para el envejecimiento en barricas y tonneaux. Este es el lugar ideal de elevación para los tintos como el Scuro pero también para el dulce Graticcio y para el coupage Bianco Pomèdes.

Scubla: vinos galardonados en producción limitada

Roberto Scubla, con una media de 60.000 botellas al año, se divide entre los blancos (65%), los tintos (30%) y el Passito de Verduzzo “Cràtis” (5%). 
El trabajo y el estudio, para la empresa friulana, están enfocados en la búsqueda de caracteres de elegancia y fineza, tanto en los blancos como en los tintos.
En el primer caso, la elección es el desarrollo en barricas de acero termorreguladas, para conferir a los blancos en pureza la máxima tipicidad y la expresión afrutada de la uva; para los segundos, el envejecimiento en madera está dosificado, para respetar la supremacía del vino.
Scubla considera su trabajo un mosaico, donde cada fase debe encajar perfectamente para conferir a los vinos colores y sabores armónicos.