Al hacer clic en SEGUIR y confirmar su registro, empezará a recibir actualizaciones por correo electrónico y en su área privada cuando introduzca un nuevo producto, inspiración o contenido relacionado con este fabricante.
Al hacer clic en SEGUIR y confirmar su registro, empezará a recibir actualizaciones por correo electrónico y en su área privada cuando introduzca un nuevo producto, inspiración o contenido relacionado con este fabricante.
Poggio al Chiuso es una empresa que tiene una historia ya centenaria, gestionada por generaciones por la familia Corti. El vino era un tema de primaria importancia ya en 1898, cuando Narciso Corti comenzó a comprar los vinos producidos por los campesinos en las campañas de Barberino Tavarnelle y a venderlos en la ciudad de Florencia. En aquellos años, los barriles de vino se cargaban en carros tirados por caballos y para recorrer los 30 km que separan Tavarnelle de Florencia se necesitaba todo un día.
Un trabajo duro que en 1935 vio la participación también de sus hijos Renzo y Gino, quienes decidieron seguir a su padre y dar su impronta a la empresa, especialmente desde 1948, cuando Narciso falleció. Al año siguiente, justo después de la Segunda Guerra Mundial, ambos obtuvieron la licencia para la venta de vinos y aceite.
Vinos Poggio al Chiuso, más de un siglo de valores: de la familia a la calidad
Era 1956 cuando Renzo y Gino decidieron que era el momento de abandonar la distribución y pasar a la verdadera producción. Fue el verdadero cambio: adquirieron los terrenos de Poggio al Chiuso e implantaron aproximadamente 10 hectáreas de viñedos con prevalencia de uva Sangiovese y tres años después obtuvieron su primera cosecha.
En 1960 se unió a la actividad también Mario, el hijo de Renzo, quien ayudó tanto en el comercio de los vinos como en su producción. Demostró desde el principio un gran apego a la empresa familiar, un gran espíritu de sacrificio y una gran visión en las decisiones.
En 1971 nació el Consorcio del Chianti “Putto”: Poggio al Chiuso formó parte de inmediato y produjo la primera añada con denominación de origen controlada.
A finales de los años 90, los hijos de Mario, Marco y Matteo, también comenzaron a trabajar en la empresa continuando la tradición familiar y demostrando desde el principio su deseo de aprender y experimentar nuevas ideas.
En 2002 se plantó el primer viñedo completamente de uva Merlot que dará vida, pocos años después, al Rosso IGT Voltaccia49 y junto al mejor Sangiovese de la empresa, al Rosso IGT Le Cappelle. Estos dos vinos, junto con el Tradizionale Chianti D.O.C.G. a base de Sangiovese y Canaiolo Nero, se han convertido en los verdaderos productos destacados de Poggio al Chiuso.
A inicios de 2020, también Andrea, el hijo menor de los hermanos, ingresa en la empresa tras otras experiencias laborales, decidió dedicar alma y corazón a la empresa de la familia Corti para conocer y ampliar la apertura hacia mercados externos.
Después de cuatro generaciones, la empresa agrícola Poggio al Chiuso está lista para abrirse a nuevas técnicas de vinificación y viticultura, para enfrentar mejor los desafíos que los cambios climáticos, los nuevos mercados y las innovaciones tecnológicas presentarán en los próximos años.