Il Molinaccio di Montepulciano

El Molinaccio es una hermosa empresa agrícola que cuenta con más de 2,3 hectáreas de viñedo Sangiovese, Merlot y otras variedades locales que en conjunto permiten a la empresa producir una gran cantidad de vinos de calidad y destilados.
La villa, construida sobre los restos de un antiguo molino de la noble ciudad Medicea de Montepulciano, después de largos trabajos de restauración ha reabierto sus puertas como una morada de tranquilidad y antiguas tradiciones, rodeada de robles centenarios, olivos, huertos y sobre todo viñas. Montepulciano era de hecho conocida por el “Vino Nobile”, uno de los vinos toscanos más apreciados a nivel internacional y de la cual El Molinaccio lleva orgullosamente adelante la tradición.
De las uvas de estas viñas toscanas nacen también el Rosso di Montepulciano, La Spinosa y muchos otros vinos de excelencia. 

El Molinaccio, la bodega: una producción que solo apunta a la calidad

El Molinaccio es una bodega pequeña, pero de calidad. El logo recuerda los cipreses y la rueda del antiguo molino que se pueden observar en la entrada de la finca. La primera vinificación se realizó en 2012; desde ese año, solo crecimiento en fama y honores para El Molinaccio.
En bodega se utilizan barricas francesas de Allier y madera clara para ganar en aroma y elegancia. Y, de hecho, estas son características propias de los vinos de El Molinaccio, caracterizados por un aroma sofisticado y un perfume de bosque.
Toda la producción está numerada, síntoma de atención a la calidad. No es casualidad que cada año se producen alrededor de 10 mil botellas cuyos nombres son un homenaje a las diferentes especies de animales que se pueden encontrar en los bosques que rodean la finca, la cual, precisamente por su belleza y su ruralidad, también ha sido adaptada como agroturismo para hacer que los huéspedes prueben la bondad y los aromas de los productos típicos del territorio.

El Molinaccio: la ecosostenibilidad y la Toscanidad

La bodega hoy está dividida en diferentes áreas de producción, para valorar mejor las viñas y sus aromas. La bodega El Molinaccio ha crecido en respeto a las viejas tradiciones y al concepto de “Toscanidad” que en la mesa se realza gracias a platos elegantes y vinos robustos. Precisamente porque la procedencia del producto es una de las características que lo hace único, la salvaguarda y el respeto del medio ambiente se convierten en una necesidad. Por ello, entre los viñedos rige el máximo respeto por el medio ambiente, el ecosistema y la biodiversidad, temas muy caros a los propietarios de la empresa Marco Malavasi y Alessandro Sartini, tanto es así que en 2018 iniciaron el proceso para la certificación biológica de sus vinos prohibiendo pesticidas y herbicidas químicos, recurriendo en su lugar al cobre y al azufre para combatir a los parásitos y mantener saludables las vides.
Otra decisión relevante para la salud del suelo y del terreno, a partir de 2017, fue la de depurar el agua del pozo para ser autosuficientes y de instalar un sistema fotovoltaico para cubrir buena parte de las necesidades energéticas.
También en bodega, claramente, el objetivo principal es mantener altos estándares de calidad de modo que se realcen y valoricen todas las matices que el clima y el territorio han podido conferir a las uvas.