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La Finca Vitivinícola Ai Galli es una bodega que produce grandes vinos, intérpretes de un estilo único en la búsqueda del equilibrio perfecto, capaz de contar la valiosa tierra del Triveneto.
Ai Galli: incansable pasión y compromiso
La Finca Vitivinícola Ai Galli fue fundada alrededor de los años 70 y se desarrolla entre los límites de Veneto y Friuli Venezia-Giulia, cuna de un Terroir altamente vocado para el cultivo de la vid desde la época de los antiguos romanos.
Pasión, búsqueda, dedicación y respeto por las tradiciones: estos son los valores fundamentales perseguidos por la Finca Ai Galli desde su nacimiento. Nacida de un profundo amor por su tierra y movida por una incondicional pasión por el vino y su trabajo, la bodega Ai Galli actualmente puede contar con una superficie cultivada que abarca aproximadamente sesenta hectáreas, situadas en la zona oriental de Veneto, y que pertenecen al territorio de la denominación de origen controlada “Venezia-Lison-Pramaggiore”.
Desde hace más de cuarenta años un único verdadero objetivo: la búsqueda de la excelencia en el vino, a través de la creación de productos que reflejen los más nobles valores de la elegancia, del equilibrio y del respeto por la tipicidad.
La Finca Vitivinícola Ai Galli se renueva y refuerzacotidianamente en el constante esfuerzo que se invierte, en la indiscutible territorialidad de los vinos producidos, en la nunca satisfecha voluntad de crecer y mejorar.
El legado y el saber de la Bodega confluyen en el trabajo diario con gran personalidad y coherencia creando una identidad enológica única en el territorio. Esta filosofía lleva a pensar en la Bodega como el lugar donde se conservan los conocimientos, las experiencias y las tradiciones más antiguas de la transformación de la uva en vino, que fusionadas con las más modernas tecnologías garantizan el máximo rendimiento cualitativo.
Ai Galli: vino hijo de un Terroir único
La bodega Ai Galli está sumergida en la armonía de un paisaje modelado por la viticultura que se desarrolla en más de sesenta hectáreas de propiedad, cultivadas con esmero, en respeto de los ritmos que la naturaleza impone.
La unicidad del Terroir de la Finca Vitivinícola Ai Galli nace de la perfecta unión entre las características pedo-climáticas ideales para el cultivo de la vid y el valioso valor humano transmitido durante décadas. Un lazo indisoluble entre Tierra y Hombre, capaz de sacar a la luz grandes vinos, intérpretes de un estilo único en la búsqueda del equilibrio perfecto.
Las vides crecen en terrenos de naturaleza arcillosa, ricos en minerales, caracterizados por una delgada capa superficial de carbonato de calcio, llamada Caranto. La exposición a los vientos permite crear una marcada oscilación térmica entre el día y la noche, lo que permite una perfecta maduración de los frutos de la viña.
La Finca Vitivinícola Ai Galli lleva a cabo con máxima atención todos los procesos de transformación de la materia prima, desde los procesos fermentativos hasta los de maduración y afinamiento. El cuidadoso proceso de selección al llegar a la bodega resalta el concepto de viñedo único, “Cru”, maximizando la expresión de la tipicidad.
Este cuidado y meticuloso trabajo nos permite disfrutar de vinos con un particular perfil organoléptico: desde el Pinot Grigio al Sauvignon, desde el Chardonnay al Verduzzo, y pasando por los tintos, como el Cabernet, el Merlot, el Refosco y el Malbech, para cerrar con los vinos espumosos y los espumantes.