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En el corazón del valle padano en territorio lombardo, en Lodi, nace la historia de Pozzali Lodigrana. Es aquí donde en 1947 tres jóvenes hermanos deciden lanzarse en un emprendimiento en el sector lácteo y se transforman en emprendedores. Su familia siempre ha estado ligada a la agricultura y al territorio, y ellos deciden continuar este lazo a su manera.
De Lodigrana a Bella Lodi: la historia de una pasión
Inicialmente, los hermanos estructuran su primera quesería dentro de la empresa agrícola paterna, y es aquí donde comienzan a transformar la leche, fruto de su producción y de la de algunas granjas de los alrededores. Inmediatamente la quesería tiene un gran éxito.
Una decena de años más tarde, en 1958, el segundo hijo Giovanni Pozzali inaugura la nueva quesería en Casaletto Ceredano, en la provincia de Cremona, a pocos kilómetros de Lodi. En los años '90, la empresa, que se había convertido en Lodigrana, crece y se diversifica, adquiriendo cada vez más experiencia e importancia. De hecho, la quesería perfecciona su tecnología alimentaria, lo que le permite obtener garantías de calidad e higiene.
Lodigrana crece hasta llegar al lanzamiento de la especialidad láctea que traduce en sabor esta historia familiar: Bella Lodi, un tributo sincero al pasado milenario de la tierra lodigiana. Después de innovaciones y ampliaciones, la planta destaca en el sector lácteo italiano.
La excelencia de la cadena Bella Lodi
El elemento clave que distingue a Bella Lodi es precisamente la tradición. Los quesos que se producen tienen un fuerte lazo con el pasado, tanto por ciertas características exteriores, como por el método de elaboración. El objetivo principal siempre ha sido la calidad: la leche es el ingrediente fundamental para sus productos, y se controla durante todo el año.
Objeto de verificación son la alimentación de las vacas de los criadores, la salud, el bienestar de estos animales, las condiciones de transporte de los quesos desde el lugar de producción hasta la mesa de los consumidores. Si la tradición es importante, también lo es de igual manera la innovación. Mantenerse al día con los tiempos y con las tecnologías ha permitido a Bella Lodi destacarse por la calidad y como testimonio de ello están las máximas certificaciones internacionales que ha obtenido, como la del British Retail Consortium, del International Food Standard y del SGS.
La innovación le ha permitido evolucionar también hacia la sostenibilidad: los envases son 100% compostables y 100% reciclables, respetando así el medio ambiente y respondiendo a las necesidades de nuestro planeta.
Bella Lodi: queso sin lactosa
La ausencia natural de lactosa certificada es otro paso innovador que hace a la quesería Bella Lodi aún más revolucionaria (aquí encuentras todos los quesos sin lactosa).
Con un sabor decidido pero nunca invasivo, Bella Lodi es ideal para enriquecer platos de pasta, ensaladas, carpaccios y recetas de la tradición italiana. Perfecto rallado sobre pasta fresca, risottos o sopas, es excelente también en lascas, acompañado de miel, mostazas o vinos tintos estructurados.
¿Una idea gourmet? Pruebalo con un hilo de aceite de oliva virgen extra y unas gotas de vinagre balsámico tradicional: una explosión de sabores típicamente italianos.
¿Por qué elegir Bella Lodi?
Origen controlado: leche exclusivamente local
Producción tradicional: métodos artesanales y respeto de la maduración natural
Sin lactosa: digerible y apto para todos
Sostenibilidad: cadena corta y respeto al medio ambiente
Versatilidad en la cocina: desde el rallado hasta la degustación en lascas
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