Azienda Agricola Luigi Ruffo

Luigi Ruffo, cuando el aceite se convierte en pasión

Charlar con Luigi Ruffo siempre es un placer y un descubrimiento, lo que se refleja en sus relatos y en sus manos es la profunda pasión que este agricultor tiene por su tierra, sus olivares y sus preciadas abejas, que, con un toque de cariño, define como trabajadoras incansables.

La aventura más laboriosa pero rica en satisfacciones comienza en 2006, cuando Luigi hereda de su padre un pequeño olivar que se convertirá en el pilar de su empresa agrícola. A lo largo de los años, gracias a una ferviente curiosidad y a una dedicación absoluta, este joven agricultor comienza a experimentar nuevas técnicas de cultivo natural, basadas en el pleno respeto de las plantas y en la decisión de no utilizar productos químicos altamente contaminantes.

Una empresa agrícola donde la naturaleza marca el ritmo

Todos los procedimientos de cultivo y transformación de los productos siguen un estricto reglamento certificado orgánico por el ente ICEA. Las dimensiones contenidas de la empresa agrícola también permiten aplicar métodos de trabajo manuales y seguir día a día la producción y el nivel de bienestar de los cultivos.

En la empresa de Luigi la señora indiscutible es la Naturaleza, que marca los ritmos y establece, por lo tanto, la producción anual. Creyendo firmemente en una agricultura que no fuerza las leyes de la naturaleza, a las plantas no se les impone ninguna molécula química de síntesis para alcanzar la producción esperada. Los frutos se recolectan manualmente entre octubre y noviembre y la molienda de las aceitunas se realiza dos veces al día para mantener intactas sus características cualitativas.

A cada cultivar el suelo más adecuado

Gracias también a un terreno particularmente favorable al cultivo de la aceituna, Luigi logra producir un aceite de altísima calidad, tan apreciado que la reserva es casi obligatoria. La empresa se encuentra en Cellore di Illasi, en el este de Verona, en las laderas del Monte Garzón donde el microclima y el suelo extremadamente calcáreo permiten la máxima expresión de la cultivar Grignano, una variedad de origen brasciano, trasplantada en Verona alrededor de 1800, con la particularidad de ser muy resistente a climas fríos y húmedos y tener una potencia aromática única.

Con el tiempo, las parcelas del este de Verona que han ampliado gradualmente la empresa agrícola han sido seleccionadas en los países vecinos con extremo cuidado y con el objetivo de encontrar los terrenos más adecuados y vocacionados para cada cultivar, diversificando así la producción de aceite. Por ejemplo, en Colognola ai Colli se cultiva el Leccino que nos regala un aceite con aromas de hierbas aromáticas y silvestres típicas de la cultivar, combinados con notas de pedernal y ahumado dadas por la volcanicidad del suelo, típico del territorio.

A diferencia de los olivares de Montorio, una de las zonas donde el cultivo de la aceituna data de tiempos muy antiguos, se obtiene el Valpolicella DOP, un aceite extremadamente equilibrado gracias a la edad de las plantas, que superan los 500 años.

Las abejas: de técnica natural para el cultivo de la aceituna a miel inalterada

Entre las técnicas biológicas utilizadas por Luigi, también se encuentra el uso de infusiones de hierbas medicinales y aromáticas, en calidad de antiparasitarios e insecticidas naturales, provenientes también del trabajo de las abejas. Impulsado precisamente por estos modelos alternativos, en 2019 Luigi decide enriquecer aún más su experiencia probando con la producción de miel. Al visitar su empresa agrícola, se pueden admirar y tocar con las manos las diez pequeñas y coloridas colmenas dispuestas a lo largo del antiguo sendero de la Lana, donde el ambiente inalterado permite a las abejas recolectar néctar sano y libre de contaminaciones químicas. Con la ayuda de estas pequeñas criaturas, Luigi hoy produce 5 tipos de miel: mil flores, cerezo, acacia, diente de león y castaño.