Cantina La Pria

La historia de los Colli Berici è comenzó hace 60 millones de años, en otro lugar de la tierra, a la altura del Trópico de Cáncer. Aquí la periódica emergencia de las tierras, las erupciones volcánicas y la formación de una larga barrera coralina han generado varias capas rocosas. Mientras tanto, toda el área se è trasladado hacia el norte, donde hace seis millones de años emergió definitivamente. Hoy los Colli Berici son un lugar maravilloso, una alternancia de valles, altiplanos y relieves, que sorprenden con un ambiente extraordinario, y una naturaleza abierta a paisajes superbos y a lugares incontaminados donde aún se siente el aliento de los bosques. 

Los vinos de la empresa: La Pria

Hemos querido devolver la vid a sus orígenes, creyendo hasta el fondo en su potencialidad y gracias al injerto de nuevas técnicas vitícolas, con marcos de plantación renovados y prácticas enológicas de alta calidad, ha nacido un Prosecco realmente fuera de lo común.

Colli Berici: tierras habitadas desde hace 200 mil años

Recorridos por la vida y la historia, los Colli Berici encierran hoy un tesoro de cultura, de arquitectura rural, de antiguos centros espirituales, de villas venecianas y palladianas. La familia que dirige la empresa La Pria vive desde hace siglos en estas tierras, en los lugares que fueron antiguamente de los nobles giustinianos. Llegaron a los pies de los Colli Berici cuando la larga onda de la República de Venecia llegó remontando los ríos, con su carga de mundos lejanos y de gloria. Aún hoy vivimos en Alonte, en la parte meridional de los Colli, donde continuamos una tradición de viticultura comenzada en 1779. Cuidamos nuestras 25 hectáreas de viñedos, que crecen en el suelo hijo de aquel antiguo mar. Un terreno delgado, rico en arcilla y caliza.

En 1754

El abad vicentino Valeriano Canati escribió Il Roccolo Ditirambo. En él se encuentra la primera mención histórica del Prosecco, el Prosecco de Monte Berico. Cuando lo descubrimos decidimos devolver esta vid a nuestros colinas, eligiendo la uva glera Balbi, el antiguo cepa primitivo del Prosecco. Lo cultivamos biológicamente, como todos nuestros otros viñedos, con una atención al ecosistema que nos ha permitido obtener incluso la rigurosa certificación de Biodiversity Friend. Año tras año, nuestros viñedos y nuestro terroir continúan contando una antigua historia.