/ Nuestra revista / Pastel de queso, una delicia para disfrutar en mil formas.
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La tarta de queso es un poco el guilty pleasure de todos los amantes de los quesos. De hecho, existen de varios tipos y todas son realmente deliciosas: dulces o saladas, con quesos frescos o curados, siempre son buenísimas y todas para probar! Descubramos juntos algunas nuevas ideas para preparar tartas saladas o dulces, ideales como aperitivo sabroso o como plato único. ¡Masa de hojaldre a la mano y comenzamos!
Para tu tarta de queso no puedes dejar de probar la versión con lácteos frescos. En la nevera nunca faltan y son perfectos para la preparación de múltiples platos, tartas en primer lugar. La tarta salada con jamón y mozzarella, por ejemplo, es un must que todos han probado al menos una vez en la vida. Simple y deliciosa, ¡nunca es suficiente!
Los ingredientes que se necesitan son pocos pero simples: basta con un rollo de masa de hojaldre, 150g de jamón cocido, 120g de mozzarella previamente escurrida y seca, medio puerro y un poco de aceite.
Saltea el puerro en una sartén antiadherente con un chorrito de aceite hasta que esté suave, luego sazona al gusto. Extiende la masa de hojaldre sobre un papel de hornear, luego pincha el fondo con un tenedor. Extiende una capa de puerro, el jamón cocido y la mozzarella en cubos. Forma un rollo, luego cierra los extremos y pinta la superficie con un poco de aceite. Precalienta el horno a 180°, luego hornea y deja cocinar durante unos 30 minutos, hasta que la superficie esté dorada. En este punto, sácalo del horno y deja enfriar. ¡Listo!
Esta tarta es deliciosa incluso fría y es perfecta como almuerzo para llevar o como aperitivo sabroso.
Y si no eres amante de los embutidos, prueba a sustituir el jamón por salmón ahumado y la mozzarella por scamorza. ¡Verás qué sorpresa!
Una versión de la tarta de queso un poco más seca, pero igualmente muy buena y toda italiana, llega directamente de las Marche, donde esta receta se prepara especialmente durante la época de Pascua. Suave y alta, esta receta presenta como protagonistas a los quesos curados, en particular pecorino y parmesano.
Para esta tarta, también llamada crescia, necesitarás: medio kg de harina 0, tres huevos, 120g de parmesano, 130g de pecorino, un cubo de levadura de cerveza de 25g, un vaso de leche entera (200ml), 250g de queso fresco tipo Asiago, 200ml de aceite de oliva virgen extra y sal al gusto.
En un bol, disuelve la levadura de cerveza con la leche tibia. Dispón la harina sobre una superficie de trabajo, luego crea un hueco en el centro y añade el aceite, la sal, los huevos, los quesos rallados y la levadura disuelta. Comienza a amasar enérgicamente y continúa durante unos veinte minutos, luego coloca en un bol amplio y cubre con un paño de algodón. Deja levar durante unas dos horas. La masa debe ser elástica, pero no “explotar” (si al tirar de la masa ves un efecto punteado “de telaraña” y la encuentras difícil de trabajar, entonces la has dejado levar demasiado). Una vez que la masa ha levado, añade el asiago en cubos, luego colócala en un molde de aproximadamente 22cm de diámetro y 15cm de altura previamente engrasado. Cubre y deja levar otra hora. Cocina en horno estático a 180° durante tres cuartos de hora, hasta que la tarta esté dorada. Deja enfriar, corta en rebanadas y sirve.
Esta tarta de queso es ideal para acompañar los embutidos durante la comida. ¡A probar!
La tarta de queso de cabra es especial, pero realmente deliciosa. Los quesos de cabra son muy delicados y frescos, por lo que son perfectos para degustar algo original y diferente. La tarta de queso de cabra combina bien con verduras y, de hecho, necesitarás 200g de calabacines cortados en cubitos, 150g de queso de cabra, una chalota, dos cucharadas de parmesano, tres huevos, un rollo de masa de hojaldre, sal, pimienta y aceite al gusto.
Toma una sartén, vierte el aceite y deja sofreír la chalota en rodajas finas. Cuando esté suave, añade los calabacines y deja cocinar durante unos diez minutos, ajustando al final con sal y pimienta. Apaga el fuego y deja enfriar. En un bol, bate los huevos con sal y pimienta, y añade tu queso de cabra fresco en cubos, luego incorpora los calabacines. Por separado, extiende la masa sobre el papel de hornear y pincha la base. Dobla los bordes sobre sí mismos y hornea a 180° durante unos cuarenta minutos. Y aquí tienes lista una tarta de queso sabrosa y realmente delicada, perfecta acompañada de un buen plato de verduras.
El gorgonzola, se sabe, o se ama o se odia. Sin embargo, simplemente no podíamos dejar de proponer una tarta con este queso. Con su aroma, es ideal para preparaciones realmente suculentas y particulares. Veamos cómo hacer una deliciosa quiche francesa de gorgonzola. Primero, necesitarás 200g de harina 00, 180g de mantequilla, media tacita de café de agua fría, 200g de gorgonzola dulce a cuchara o un similar, tres huevos, un cebollino, 100g de nueces, 200ml de nata líquida y 50ml de leche entera.
Derrite la mantequilla, luego incorpórala a la harina junto con el agua fría y amasa durante diez minutos. Coloca la masa en la nevera cubierta con film transparente y deja reposar una hora, luego sáquela de la nevera y extiéndela. Engrasa un molde para tarta y forra con papel de hornear, luego coloca la masa. Une el gorgonzola en trozos. Por separado, bate los huevos con nata y leche, y sazona con sal y pimienta. Corta en rodajas el cebollino y luego saltéalo en la sartén con un chorrito de aceite. Deja enfriar y añade el cebollino a la mezcla de huevos y nata, luego mezcla y vierte en el molde con gorgonzola y masa brisée. Decora con las nueces y pinta los bordes con un poco de leche, luego hornea a 180°C durante unos 50 minutos, luego sáquela y deja enfriar.
Aquí tienes una tarta buenísima. La quiche es perfecta tanto como plato único como cortada en rebanadas para servir como aperitivo o entrada. Prueba para creer, te dejará sorprendido.
La cheesecake es una de las tartas de yogur más buenas que existen. Rápida de hacer y fresquísima, es un delicado postre ideal para concluir las comidas veraniegas o para dar los buenos días a los amantes de los desayunos golosos. Para esta tarta, muy fácil, necesitarás: 280g de galletas secas, 30g de azúcar glas, 170g de mantequilla, 700g de yogur blanco, 20g de gelatina en hojas, 60g de agua, 300ml de nata líquida para montar y 50g de azúcar moreno. Para decorar necesitarás frutas del bosque a gusto, 50g de cacao amargo, 100g de azúcar, 125ml de agua y una pizca de sal.
Primero, engrasa un molde desmontable de 20 cm de diámetro, luego forra con papel de hornear. Derrite la mantequilla a baño maría y por separado desmenuza las galletas (puedes hacerlo manualmente en una bolsa o ayudar con un mixer). Une a las galletas la mantequilla y el azúcar glas, luego transfiere a la bandeja y presiona bien en el fondo (ten cuidado con este paso, estás trabajando en la base de tu tarta). Deja enfriar en la nevera durante una hora. Cuando la base esté sólida, coloca las hojas de gelatina en un recipiente con agua fría y deja ablandar durante un cuarto de hora. Por separado, calienta la leche (no debe hervir), luego escurre la gelatina y viértela en la leche a fuego apagado, usando un batidor para disolverla. Después de cinco minutos, la operación debería estar concluida, así que déjala de lado y prepara la crema.
Vierte la nata en un bol grande con bordes altos, luego añade el azúcar y bate con la ayuda de unas varillas eléctricas. Cuando la nata esté firme, añade el yogur, agrega la leche con la gelatina y mezcla todo moviendo de abajo hacia arriba. Vierte la crema en el molde con la base nivelando la superficie y deja enfriar en la nevera durante al menos cinco horas. Mientras tanto, prepara la ganache: coloca en un bol el cacao amargo, el azúcar y la sal, luego mezcla con un batidor de mano y cubre con agua fría, continuando a mezclar. Traslada a una cacerola, enciende el fuego manteniéndolo a baja temperatura y continúa mezclando. Una vez que hierva, cocina la mezcla durante dos minutos, luego apaga el fuego y deja enfriar. Cuando tu cheesecake esté lista, solo tendrás que verterla sobre la superficie y decorar con las frutas rojas. ¡Verás qué delicia!
Como habrás intuido, hay decenas de versiones de tartas que puedes realizar. Algunas tienen un sabor más decidido, otras son más delicadas, pero una cosa es cierta: para encontrar la que te robará el corazón, debes experimentar! Aquí hay un consejo: no te limites a las recetas y los ingredientes propuestos, sino aprende a atreverte y a experimentar, siguiendo tus gustos y las combinaciones que normalmente te gusten. ¡Verás, algunas combinaciones podrían sorprenderte!
Además, nosotros de Spaghetti&Mandolino podemos ofrecerte múltiples tipos de queso, ideales para la realización de tus recetas favoritas o para degustar como aperitivo junto a una buena copa de vino. ¡Échale un vistazo a nuestra selección!
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